y al caer la noche
buscando sigilosamente
algún perfume que igualara tu olor
algunas manos que tocaran como tu
y unos labios que sin hablar aceleraran mi razón
sentí caer la sombra de unos besos apasionados
de unas manos fuertes y ansiosas
que me hicieron olvidarme del amor
era tanta la locura, que olvide la inteligencia
el pensamiento, el sentimiento, solo había pasión
era el fuego que partía el sentimiento
que hacia cenizas el dolor
era el fuego que acariciaba mi ego
con tanta ternura mi cuerpo desnudo
no quería saber quien era
solo respondía a tan salvaje atracción
nuestras manos jugaban al sonido del reloj
sentí navegar al precipicio
hundiéndome en la amarga venganza
me alegraba, y me dolía
disfrutaba el imaginarme tu dolor
me excitaba ver tu rostro descubriendo la traición
por un momento te olvide, era tanta la emoción
al terminar esta locura
abrí los ojos y descubrí
esa misma figura
esos mismos labios
toda esa aventura al lado del mismo de quien escape...
eras tu;
yo imaginando que era otro, tu pensando que no era yo...
